Algunas de las cosas más geniales de la vida se descubren por accidente. ¿Sabías que el brownie se inventó gracias a que un cocinero se olvidó de echar levadura a su bizcocho? Yo no sé porque a mi no me salió un invento así, si siempre se me olvidan cosas. El caso es que yo he conocido Bunny’s Deli gracias a que otro restaurante al que tenía pensado ir con mi hermana estaba cerrado. Gracias, restaurante, por cerrar sin avisar. Por suerte teníamos un as en la manga y sabíamos que en Chueca se escondía un local vegano muy chiquitito, pero con muy buena pinta, que teníamos ganas de probar. Y para allá que fuimos.

No definiría Bunny’s Deli como un restaurante. Es más bien un lugar pequeñito pero matón. Me explico: es pequeñito porque tiene una mesa. Sí, coger sitio no es lo más fácil, aunque nosotras no tuvimos problema, y la gente siempre se apaña para sentarse en cualquier sitio. También hay una barra con 3 taburetes altos donde puedes comer. El tema de espacio se puede ver como un inconveniente, pero lo cierto es que también le da un ambiente acogedor y te sientes como si fueras a comer a casa de un amigo que te cocina mientras tu esperas sin hacer nada productivo. Y es matón… Por todo lo demás. No es el típico guarri-vegan*, es una cocina vegana saludable y además, sin gluten. Con su buena ración de verduras, legumbres, frutos secos, semillas… . Los platos están súper currados, se nota que hay mucha elaboración detrás y por supuesto, estaba todo delicioso. Quizá si eché de menos más cantidad de proteína, por ponerle un ‘pero’.

Este local tan cuqui es el proyecto de Monta, una chica de Letonia que empezó siendo vegetariana y ya hace unos años que sigue una alimentación 100% vegana. (Habla español e inglés, así que si quieres practicar el inglish pitinglish, tienes una oportunidad. Comes y aprendes, 2×1). Como te he dicho, sus platos (tanto dulces como salados) son deliciosos, es una cocinera de 10, ojalá yo algún día cocine así parfavar. Si te animas a ir, probablemente también conocerás a Giorgie, su perrita, que se dedica a pulular por el local asegurándose de que nadie robe tu comida. También trabaja de hostess. Te recibe en la puerta y te despide, a no ser que esté muy cansada, entonces pasará de ti.

Creo que ya te haces una idea sobre de qué va Bunny’s Deli: cocina saludable vegana, casera, en un ambiente informal y acogedor. Pero para que te quede más claro aún, vamos con unas fotos de comida, que es lo que nos mola.

*Guarri-vegan: dícese de aquel establecimiento que sirve platos veganos que son igual de guarris que cualquier otro plato carnívoro. Véase hamburguesas, croquetas, albóndigas, etc. preparados con harina refinada y cocinados con aceites de mala calidad. Suelen ir acompañados de salsas chungas y alimentos poco saludables (patatas fritas, pan blanco, etc.)

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Noodles crudiveganos en Bunny’s Deli

Noodles crudiveganos de verduras con salsa de anacardos y tomates

Sí, debajo de esa capa de levadura nutricional (o de cerveza, no sé) hay unos noodles que lo flipas. Son de calabacín y zanahoria, mezclados con unas bolitas crujientes que no sé de qué eran (probablemente de frutos secos), más verduras y hojas verdes. La salsa de anacardos hacía que todo el mejunje estuviera jugosito y no le faltara de nada a este platazo.

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Ensalada César vegana en Bunny’s Deli

Ensalada César de Kale con cuscurrones de garbanzo

En mi pueblo se dice curruscos, pero no sé si cuscurrones es una palabra madrileña o algo. El caso es que esta ensalada es muy distinta de la César tradicional. La base es la kale, que llena por un tubo y te deja bastante saciad@. En vez de trocitos de pan frito, hay garbanzos semi-crujientes, que me parece una alternativa bastante más saludable. Poco más que contarte, estaba muy buena pero por algún motivo me sorprendieron más los noodles 🙂

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Tarta de calabaza en Bunny’s Deli, ou yeah

Tarta de calabaza (Pumpkin pie)

Muchas veces prefiero no pedir postres cuando voy fuera porque sé que me voy a llevar una buena dosis de azúcar para el cuerpo. Pero sé distinguir entre postres que merecen la pena y los que no. Y este, sin duda, es para probarlo. OH MY GOD qué rica estaba esta tarta de calabaza. Ya te dije que Monta tiene mucho arte, y era de esperar que la tarta fuera orgásmica. Si te va el rollo calabaza, te animo a pecar, corre a por ella. RUN FOREST, RUN.

 

¿Dónde?: Calle San Gregorio, 17 (Chueca)
What else: también tiene desayunos (tostadas y bowls saludables con yogur, avena, granola, açai…) y postres tentadores como tartas, galletas y pasteles.

 

Si vas ya me cuentas. Hasta otra coco loco.

 

 

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