A pesar del título de este post, creo que los hombres tampoco deberían comprar estos ‘alimentos rosas’. Pero me dirijo especialmente a las mujeres porque estos productos están claramente dirigidos a nosotras.

¿Sabes una cosa? Hay días que pienso: ojalá hubiera nacido hombre. En serio, todo sería más fácil. No sólo me ahorraría un buen dineral en Tampax y vestirme sería más fácil, sino que también dejaría de estar bombardeada a todas horas por la televisión, la publicidad o las revistas diciéndome cuánto tengo que pesar y medir o cómo puedo llegar a tener un determinado tipo de cuerpo. Porque claro, todo este ‘bombardeo’ parte de la premisa de que no somos perfectas y tenemos que serlo. Se podría esquematizar así:

Problema: necesitas tener un cuerpo X para ser perfecta. Como no lo tienes, creamos en ti una necesidad. La necesidad de obtener este cuerpo X porque si no lo tienes, no puedes ser feliz.

Solución: te vendo X para que consigas tu objetivo.

El caso es que la industria alimentaria -que es muy lista y está siempre muy atenta- ha visto en la mujer un blanco perfecto para sacar a la venta una serie de productos enfocados para la mujer. Se caracterizan por considerarse alimentos saludables, bajos en calorías y grasa y, normalmente, envueltos en un envase de color -por supuesto- rosa.

Pero yo me pregunto: ¿realmente son tan saludables? ¿tenemos que ir las mujeres corriendo a comprar estos productos? ¿Qué tienen de especial? Vamos a verlo.

ALIMENTOS ROSAS

Sin duda, el vendedor número uno de este tipo de productos es Campofrío, esta es su ‘gama de productos saludables’, como ellos la llaman.

                               El Imperio Rosa de Campofrío

 

El problema de estos productos es que se trata de alimentos ‘disfrazados’ de saludables, pero que no lo son. Por el amor de Deus… ¡Si hasta han incluido hasta una pizza! . Lo que más me hace gracia son alguno de sus mensajes:

“Comer pizza sin complejos es posible… ¡Descubre la pizza de pavo braseado que cuida tu línea!”

Otro producto que parece saludable, pero no lo es tanto son las lonchas de pavo. Más que nada, porque estas lonchas contienen un 65% de pavo mientras que el resto son ingredientes de muy mala calidad:

Pero Campofrío no es la única empresa que vende este tipo de productos. Bicentury también se lleva la palma con estas barritas sustitutivas. Aquí una captura de su página web:

Aquí nos venden unas barritas sustitutivas de comidas con la imagen de una mujer que podría ser considerada como un pivon,   sugiriéndonos que al consumir este producto nuestros cuerpos llegarán a lucirse como el suyo y bajaremos unas cuantas tallas.

Digo yo que unas barritas que sustituyen a una comida normal deberán ser muy nutritivas. Así que me he puesto a buscar los ingredientes que contienen y me he encontrado con esto:

Azúcar (¡empezamos bien! ¡ole ole!), proteínas de la leche, humectante: jarabe de sorbitol , chocolate negro (11,5%)(azúcar (¿otra vez?), pasta de cacao, manteca de cacao, emulgente: lecitina de soja, aromas), cacao, leche desnatada en polvo, aceite de girasol en polvo (contiene leche), minerales (fósforo, potasio, sodio, magnesio, hierro, cinc, cobre, manganeso, yodo, selenio), grasa vegetal (aceite de palma), fibra alimentaria: fibra de guisante, emulgente: lecitina de soja, jarabe de glucosa, vitaminas (A, D, E, C, B1, B2, B3, B6, B9-ácido fólico, B12, biotina, ácido pantoténico), aromas (contiene lactosa).

¡Virgen Santa! Si te has leído todo, tienes mucha paciencia. Sino, te puedo resumir todos los ingredientes en una palabra: basura.

En resumen, no me parece nada bien este tipo de iniciativas. Como mujer, me indignan. Y creo que no solucionan el problema, sino que lo agravan aún más.

Por cierto, ¿os imagináis unas lonchas de jamón para hombres con un envase de color azul?

CONCLUSIÓN

  • Creo que las mujeres no debemos confiar nuestra salud a este tipo de empresas cuyo único objetivo es aprovecharse de un complejo para sacar más dinero. Mucho cuidado con lo que compramos, sea del color que sea.
  • Como hemos comprobado, estos ‘alimentos rosas’ no son más que productos ultraprocesados que no son para nada saludables.
  • Creo que las mujeres -y los hombres- deberíamos centrarnos más en buscar una alimentación con alimentos de verdad, y no tanto en productos.

No hay nada más atractivo que una mujer segura de sí misma. (Y a veces nos cuesta recordarlo). Creo que no hay nada de malo en buscar un cuerpo bonito, pero no a costa de nuestra salud.

 

 

 

 

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